martes, 7 de abril de 2009

Lanzan línea de energía eólica para casas y oficinas

Dos son los modelos que la empresa Hydrocom se encuentra comercializando, uno de éstos entrega hasta 1 kw/h y cuentan con una vida útil promedio de 10 años.

por Orbe | 07/04/2009 - 04:00
La Tercera
http://www.latercera.com/contenido/739_116846_9.shtml

La compañía Hydrocom anunció recientemente el lanzamiento de una nueva línea de productos. Se trata de sistemas de energía eólica para oficinas y casas de mediano tamaño que se caracterizan por requerir de una inversión menor que los otros modelos existentes en el mercado.

De acuerdo con el gerente general de la empresa, Paulo Mora, "estamos comercializando dos modelos. Uno de seis metros de altura y que entrega hasta 1 kw/h y otro de cuatro metros con 300 w/h. Ambos sistemas son ideales para parcelas, oficinas o centros de cultivo, entre otras instalaciones, y tienen una vida útil promedio de 10 años".

El ejecutivo agregó que Hydrocom vende el kit completo de instalación, lo que significa generador eólico, torre, banco de baterías e inversor, por nombrar algunas partes. Además, explicó que si bien el monto de los productos no incluye instalación, la empresa también posee el servicio de asesoría e instalación.

Por su parte, el gerente técnico, Alejandro Mora, puntualizó que los interesados en conocer más acerca de estos productos pueden obtener mayores informaciones en sus oficinas (Skoruppa 55, Puerto Montt), donde incluso "tenemos unos de estos sistemas alimentando la matriz energética de nuestras instalaciones".

viernes, 3 de abril de 2009

Obsoletos, sin mantención o desconectados están muchos computadores de escuelas rurales

Conectividad rural
Jueves 02 de Abril de 2009
http://blogs.elmercurio.com/cienciaytecnologia/2009/04/02/obsoletos-sin-mantencion-o-des.asp

SOLEDAD NEIRA, ALEXIS IBARRA y CORRESPONSALES

En una sala bien cerrada de la escuela Rayen Quitral, a 10 km del centro de Puerto Montt, yacen sus seis computadores. "Nunca los hemos usado. Sólo la profesora de religión evangélica hace clases ahí, pero usamos las mesas para apoyar los cuadernos", cuenta una alumna.

A menos de tres kilómetros, en la escuela Los Colonos de Alerce, sueñan con internet. Los profesores estrujan sus dos computadores (para 38 alumnos) "navegando en seco", con contenidos envasados en CDs o DVDs.

A 5 kilómetros de Punta Arenas, los 150 alumnos de la escuela Pedro Sarmiento de Gamboa tampoco tienen conexión. Además, sus 12 computadores están obsoletos. "Tres de ellos fueron aportados por Enlaces cuando era una experiencia piloto, hace dos décadas", recuerda Rafael Asenjo, profesor a cargo del laboratorio.

Nunca más hubo asistencia ni renovación de equipos. Heredaron los de un banco, pero tienen malos los reproductores de discos y ni siquiera pueden abrir sus programas envasados. La directora Hilda Cárcamo dice que esperan nuevos equipos de Enlaces: "Lo ideal serían 30 con programas modernos para niños de kínder a octavo".

Todo comenzó bien

El proyecto Enlaces, un gran esfuerzo estatal del Ministerio de Educación (Mineduc), que hoy se replica en el extranjero, se creó en 1992 para facilitar el acceso a las tecnologías en las escuelas públicas. Ya son 120 mil los PC en esos establecimientos, de los cuales unos 30 mil están en escuelas rurales.

Mientras llegaba internet a sus localidades, el Mineduc entregó programas envasados y capacitó profesores por dos años para que aprendieran a usar herramientas computacionales. Pasaron los años y muchos establecimientos siguen igual, acentuando la brecha que existe entre lo urbano y lo rural. Muchos de los computadores están obsoletos, arrumbados en una sala y sin conexión, ya que en esos lugares simplemente la internet no llega.

Marcelo Vera, jefe de Infraestructura de Enlaces, aclara que para entregar equipamiento tiene que existir un compromiso firmado por el sostenedor, donde se hace responsable, entre otros temas, de la mantención y soporte del equipamiento recibido. Enlaces ha entregado apoyo remoto y presencial, y tiene una línea de reposición con computadores reacondicionados que alcanzan los 10 mil equipos anuales.

Anualmente, los sostenedores reciben un fondo para labores de mantenimiento en las escuelas, como pintura o reparación de mobiliario y que debiera también incluir la renovación de los computadores.

Pero eso no sucede.

El problema se agudiza porque un buen número de escuelas rurales no posee conexión a internet, dejando a los niños fuera de la posibilidad de gozar de contenido actualizado y pertinente al currículo escolar actual.

En Santa Juana, provincia de Concepción, el alcalde Ángel Castro cuenta que sólo una de sus 20 escuelas rurales tiene internet. Las demás poseen sólo programas envasados.

En el Liceo de Putre, Limber Tangara (17), de tercero medio, dice que en su colegio no hay antenas para captar la conexión. Los equipos los usan muy poco, sólo "para hacer trabajos y usar Power Point". Cuando necesitan internet, el curso completo se traslada con todo y profesor a la Biblioteca Pública. Allí Limber aprovecha de buscar información sobre turismo y de las culturas de distintos pueblos originarios de Chile.

El coordinador del Centro de Educación y Tecnología del Mineduc, Didier de Saint Pierre, reconoce que subsiste una brecha en torno a la conectividad que separa el desarrollo de las escuelas urbanas y rurales. Y atribuye la falta de conectividad al alto costo de conexión en sectores geográficos aislados o dispersos.

Jaime Pavez, presidente de la Asociación Chilena de Municipios, dice que la mayoría de ellos choca con su realidad financiera cuando se trata de dar internet a sus escuelas rurales.

"Pese a la disposición, lo real y concreto es que están absolutamente aisladas", y cita ejemplos como el de San Juan de la Costa, en Osorno; Camarones, en el norte, o Alto Biobío. Agrega que hay 20 municipios sin internet y 60 sin página web, "¡incluso en la Región Metropolitana!", acusa Pavez.

Para los sectores rurales "es costoso y ningún privado está dispuesto a tender líneas", agrega. Reconoce el esfuerzo de Enlaces y otros proyectos para dar tecnología al aula, pero hay costos asociados: consumo eléctrico, conectividad, mantención y reposición, advierte.

"Hay que cerrar esa brecha de desigualdad. Un niño en un lugar como Camarones requiere con más urgencia estar conectado que los escolares de la capital. El de Santiago puede ir al cibercafé, al museo, ¡el otro está aislado!", enfatiza.